Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad de Madrid, es la encarnación viva del más arcáico y rancio nacionalcatolicismo. Practica la insumisión y apoya la objeción a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, boicotea y prohíbe la formación de los docentes que han de impartir esta asignatura...
Los curas decidiran sobre cuidados paliativos
Su gobierno y el cardenal Rouco Varela –el que la llevaría bajo palio si pudieran- han firmado un convenio que establece que el Servicio de Asistencia Religiosa Católica formará parte del comité de ética y del Comité Interdisciplinar de Cuidados Paliativos. Este Comité es el responsable de decisiones como la sedación de un enfermo terminal, el aborto, la reanimación o no de un bebé con malformaciones,…
No alcanzo a comprender que en un estado aconfesional una gobernanta se salte la Constitución e imponga su moral, pero de casta le viene al galgo y este no es el único ataque a la libertad individual y al ordenamiento jurídico español protagonizado por la presidenta de Madrid.
Desmontando lo público para beneficio de amigos
El 9 de abril el Boletín Oficial de la Comunidad publicaba la desaparición del Instituto Madrileño de Salud, órgano fundamental para la prevención y vigilancia de la salud pública. Esta estrategia hay que enmarcarla en su afán por acabar con todo lo público y dar los hospitales y las escuelas a empresas de su entorno, a dedo, sin licitación. Ni concursos, sino de noche y a dedo tal y como ha hecho con los laboratorios de análisis clínicos que los sacado de los hospitales para otorgarlos a laboratorios privados. Esta última jugada con un coste de 5.000 millones de euros en 30 años.
¿Quién no recuerda las mentiras sobre el doctor Montes y el hospital de Leganés?
Esta es la verdadera cara del nacionalcatolicismo empeñado en hacernos creer que procura la salvación de las almas, mientra el beneficio es para amigos y allegados. Esa es su ley.
¿Hasta cuando Madrid vas a aguantar?
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