jueves, septiembre 13, 2012

Mentiras y medias verdades: el camino del independentismo

Puede que a muchos les haya sorprendido la magnitud de la manifestación independentista del 11 de septiembre en Barcelona, a mi no y creo que de seguir las cosas en el estado actual, la próxima será más numerosa. Con esto no trato de justificarla, tampoco de descalificarla. Únicamente constato una realidad, aunque no me guste. Valga esta última expresión para fijar el fondo de mi postura.

¿Cuales son fermentos que han hecho crecer la masa independentista?
En primer lugar los que siempre apostaron por la independencia de Catalunya: Moviment de Defensa de la Terra, Partit Socialista d'Alliberament Nacional, Maulets, Esquerra Republicana de Catalunya... y un largo etcétera de diversos grupos que sobrevivieron a la dictadura franquista. Tras estos encontramos personajes que cuidadosamente, como una lluvia fina, han sembrado la idea de "que España nos roba",  "España nos odia", "Expolio fiscal", "Catalonia is not Spain",... y que conforman una amalgama de personajes "curiosos" como Joan Laporta, académicos de reconocido prestigio, famosos y famosillos. En tercer lugar encontramos a la clase política establecida más preocupada de mantener sus privilegios y dejar su impronta personal para la historia que de articular y mantener el discurso sobre las consecuencias de recrear el nacionalismo decimonónico más preocupado por trazar fronteras que de solucionar los problemas de las personas. (Entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya/ el punto te dice no pases, la raya vía cortada/... / Pero estas cosas no existen, sino que fueron trazadas? para que mi hambre y la tuya estén siempre separadas..., decía una canción sudamericana de los años 70).

Sin establecer ninguna prelación de estos elementos, creo necesario alertar de la ambigüedad de los discursos a los que hemos asistido los últimos años.

Manipulando los sentimientos
España y Catalunya no pueden entenderse sin las alianzas entre la derecha española (PP) y catalana (CiU). Conviene recordar el Pacto del Majestic y, recientemente, los apoyos parlamentarios que unos y otros se han dado para aprobar los presupuestos con los que se gobierna en España y en Catalunya. Presupuestos que son la plasmación de cómo las consecuencias de la crisis las estamos pagando los ciudadanos, no quienes la provocaron.

Las coincidencias son estratégicas y van más allá de las políticas económicas. Los recortes, En España y en Catalunya, afectan a los derechos sociales (sanidad, educación, pensiones, vivienda, trabajo,...) y  a libertades tan básicas como la libertad de expresión y de manifestación. Las coincidencias entre las políticas represivas policiales de los movimientos de izquierdas del Conseller Puig son paralelas a las del Ministro Fernández Diaz...

Sin la manipulación mediática previa que hemos vivido tampoco puede entenderse el "éxito" de la manifestación. Manipulación de los medios conservadores, de tertulianos mercenarios que repiten consignas como loros, de la televisión ¿pública? o ¿Convergente?, ... Y todo ello para tapar las vergüenzas de quienes no saben o no quieren sacarnos del pozo en el que nos encontramos, para desviar la atención de los recortes y de la corrupción que protagonizan...

Si los centenares de miles de personas que salieron a reclamar independencia se plantearan cómo y quien los azuza tal vez cambiarían la pancarta de "Catalonia is not  Spain" por otra que denunciaría a los demagogos que les mienten y manipulan.

Y esto no significa, en modo alguno, que ellos y yo que no fui, no estemos cargados de razones para salir y decir basta, hasta aquí habéis llegado.