miércoles, abril 09, 2008

Boicot a los JJ.OO. de Pekin

La llama olímpica, símbolo de la paz y el deporte, nunca había despertado tanta inquina y confrontación. Londres, París, San Francisco,... han tenido que movilizar miles de policías para proteger la antorcha, pero no han conseguido callar la voz de los que protestan contra un país -China- que se pasa los derechos humanos por la entrepierna, que invade y humilla el Tibet, un pequeño pais pobre e indefenso.
Con los juegos olímpicos China ha querido demostrar al mundo su poderío económico y militar y eso es la antítesis de los Juegos Olímpicos.
Los líderes occidentales rendidos ante la dictadura china callan y quien calla otorga. Han tenido que ser los ciudadanos los que salgan al paso de la llama olímpica para recordar a los gobiernos del mundo la intrasigencia de una dictadura indignante a la que muy pocos se atreven a criticar.

Pekin, una ciudad asfixiante
Más allá de la invasión del Tibet, ¿dónde van a ir a competir los atletas? A un país que acalla la disidencia, que vulnera los derechos humanos más elementales -libertad de reunión, de expresión, de sindicación,...- que basa su riqueza en el dumpig social (con la aquiescencia de nuestros paises y la alegría de los poderes económicos), que se pasea por el mundo con el talonario para comprar voluntades y silencios.
Pekin, la moderna ciudad simbolo del poder chino, es una ciudad tan contaminada que algunos atletas ya se han negado a competir y unas cuantas delegaciones han decidido instalarse en otros paises.
Haile Gebrselassie, anunció que correría la maratón por la polución, tampoco en la prueba de 10.000 m.
Mientras, Hein Verbruggen, presidente del Comité de Coordinación del COI, afirmaba que hay una pequeña probabilidad de que los atletas vean alterada su salud si toman parte en pruebas de más de una hora de duración, como la maratón o las pruebas ciclistas. Puede haber un riesgo, pero es pequeño.
Pekin asfixia con su aire y con sus tanques.
El negocio del COI
Y mientras el Comité Olímpico Internacional mira para otro sitio. Ante todo hay que salvaguardar su negocio, su immeso negocio en nombre del deporte.
Jacques Rogge, presidente del COI, afirmó que las protestas eran incompatibles com los valores de los JJ.OO. Más incompatibles son la tortura y la invasión de un país.
Los que se creen que los JJ.OO. pueden ser la puerta de una apertura del regimen chino que hagan la prueba del 9 y recuerden la carta que 21 abogados chinos defensores de los derechos humanos, firmaban en septiembre de 2007 en la que decían: "Cuando vengáis a ver los JJ.OO no seguramente no sabreis que las flores, sonrisas, armonía y prosperidad están construidas sobre una base de agravios, lágrimas, encarcelamientos, tortura y sangre".
La semana pasada Hu Jia, unos de los abogados firmantes de la declaración fué condenado a tres años y medio de carcel. Yang Chunlin, también ha sido condenado a cinco años de cárcel por incitar a la subversión y recoger firmas contra la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Según la ONG Chinese Human Right Defenders ha sido objeto de torturas, (CHDR).
Esta es la única verdad de China.
Boicot? Si
Lo JJ.OO. son los juegos de la paz, de una confrontación sana y deportiva entre atletas y paises.
Afortunadamente, en este mundo donde todos nos rendimos ante el poderoso y el dinero quedan personas que se rebelan y denuncian la injusticia, que salen a la calle para dar voz a quienes se la han quitado.
China es, desde hace años, el paradigma del prepotente que compra voluntades con dinero a su antojo sin que nadie ose levantar la voz, y el mundo le rinde pleitesía y sumisión.
El Tibet se ha rebelado, ha encontrado voz en esos manifestantes. China debe saber que no todo vale y ojalá David gané a Goliat, que China se vea aislada y sola y el Tibet libre.
Por decencia democrática y solidaridad exijamos el boicot a los juegos olímpicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quien calla, otroga. Esta frase nunca tuvo tanto sentido como ahora en Beijing'08. Ojalá todo esto sirva para que algunos abran los ojos, y a otroa para que dejen de mentirnos. Los JJ.OO. esta vez no son lo que proponen, porque ni la organización lo cumple. Y lo peor, es que todos los líderes políticos se rinden ahora ante el podería chino. De poco vale hacerlo tan bonito si ni siquiera podemos dar nuestra opinión.

Un saludo