martes, mayo 29, 2012

La dignidad no está en venta

A veces, lo evidente es lo más dificil de ver. A veces, nos empeñamos en negar la realidad. A veces, escondemos la cabeza bajo tierra para negar la verdad. ¿Por que la llaman crisis cuando estamos ante el fin de un modelo? Basta un somero repaso a la historia económica para descubrir que todos los sistemas económicos nacen, se desarrollan y desaparecen. ¿Que tiene el capitalismo que lo haga deferente? Nada y como todos los modelos anteriores está llamado a desaparecer, aunque haya quien se empeñe en lo contrario.

Nada es eterno, nio permanente, ni inmutable. La resistencia al cambio es humana, pero el progreso de la humanidad es imparable. Quienes hoy se empeñan en defender sus privilegios no correrán mejor suerte que los gremios de la Edad Media o las sociedades mercantiles del siglo XIX. Venderán cara su derrota -ya nos la están haciendo pagar-, pero lo único que podran hacer es alargar su agonía, al final el cambio se abrirá paso y si somos capaces, si no tenemos miedo, la humanidad alumbrará un nuevo modelo económico y social que retome viejos axiomas -la economía al servicio del progreso social y de las personas- y ponga la vista en el futuro -sostenibilidad económica, social y medioambiental-.

Que a nadie se le olvide que las mayores crisis del capitalismo se saldaron y solucionaron con dos guerras y que Hitler llegó al poder democráticamente. Son dos peligros que están ahí. No podemos ignorar el ascenso brutal de los neonazis griegos, ni el asentamiento de los "lepenistas", ni el ascenso de la ultraderechistas en los paises nórdicos.

Las draconianas medidas impuestas a Irlanda, Portugal, Grecia, España,... conducen a la asfisia económica de los paises y a la destrucción masiva de los pilares sobre los que se había erigido una sociedad que ofrecía seguridad y bienestar, al drama familiar y personal de una pobreza que se extiende como un tsunami. Y ¿todo para qué? Para pagar las "deudas" contraidas con los mas ricos, con los "mercados", con las entidades financieras. Deudas que se pagan con el hambre y la miseria impuesta a centenares de miles de personas inocentes. Deudas que sólo serviran para hacer más ricos a los ricos.

Los gobiernos corren prestos al "rescate de los bancos" y de las entidades financieras. Casi toda la clase política se ha puesto al servicio de los mercados y de los poderosos. Los gobiernos no gobiernan, estan gobernados por los mercados.

¿Quiere todo esto decir que no hay alternativa? No, es una descripción, un diagnóstico previo para conocer el mal y, a partir del conocimiento de la patología, prescribir el tratamiento. Hemos que dedicar nuestro esfuerzo y esperanzas a  desentrañar los sofismas que pretenden convertir en verdades. Pasó el tiempo de la fe y de los dogmas. La humanidad, afortunadamente, no es un rebaño dócil sin conciencia, aunque esté adormilada. Cada vez son mas las voces críticas que se sublevan contra las verdades abosultas que pretenden imponernos y a ellas hemos de prestar atención, multiplicar su difusión, no tener miedo a decir no a los que presentan la situación como la única posible.

Lo primero que hemos de recuperar es la alegría, no dejemos que nos atormenten con "todo irá a peor", "no hay otra solución", "las cosas son como son y no podemos cambiarlas", "estamos en manos de los mercados",... porque son mentiras disfrazadas de realismo y de algo sumamente perverso: quieren convertirnos en esclavos sumisos y agradecidos, que les vendamos nuestra dignidad e hipotequemos nuestra libertad


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