Aquella famosa frase de es la economía estúpidos que Bill Clinton pronunciara, repetida hasta la saciedad por los nuevos ideólogos sociales, hoy ha quedado reducida a la economía es estúpida (RAE. Estúpida: Necia, falta de inteligencia).
Es la única ciencia capaz de decir hoy una cosa y mañana la contraria sin inmutarse y con total aplomo. Veamos un ejemplo: al principio de la crisis el aumento del precio del petróleo era el origen de todos los desaguisados; hoy, la bajada del precio de este producto es el peor mal de nuestra economia y por su culpa estamos a un paso de la deflación (el peor escenario macroeconómico).
Que me lo expliquen con lógica cartesiana y sentido común, sin modelos econométricos por qué si el precio de una materia prima sube mal y si baja peor.
Si el aumento de los precios del combustible tenía consecuencias negativas para el consumidor por su repercusión en el incremento de todos los demas productos, ¿por qué la bajada del petróleo que debería -en lógica opuesta al razonamiento anterior- bajar los precios es fatal?. Tanto si suben como si bajan al consumidor le va mal. Pues, bueno...
Llegados a este punto uno se pregunta si las verdaderas razones de la crisis son económicas o ideológicas, si no es una crisis inducida para seguir manteniendo una división social básica: explotados y explotadores. Y la respuesta, mi respuesta, es que es una crisis necesaria para que siga habiendo pobres, ya que sin pobres no habría ricos.
Cambio el título del post. La economía no es estúpida. Es un arma de destrucción masiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario