martes, agosto 09, 2011

Huelga general global

Por primera vez en la historia de la humanidad asistimos a una huelga general global y no es que los "revolucionarios" hayan asaltado Wall Street o la City, ni que los sindicalistas hayan ocupado las calles y cerrado las fábricas. No. Es una huelga sin precedentes: los "mercados" han abandonado el parquet de las bolsas e intentan destrozar la deuda soberana de los paises. Es una huelga porque han dejado de trabajar, de producir en lo que es su sector de actividad: la inversión. Es una huelga porque estan paralizando todas las actividades que dependen de ellos por falta de la materia prima de nuestra sociedad que no es otra que la inversión productiva. Pero no por ello pierden, sino que multiplican beneficios. Esto los diferencia de las huelgas obreras en las que los trabajadores dejan de percibir los salarios correspondientes a los días no trabajados.

Es una huelga que no indigna, que no provoca rechazo en el corpus social, sino, más bien, la aquiescencia y complicidad de los más perjudicados. Cuando hace un año los controladores aéreos convocaron una huelga la indignación y el rechazo de la "ciudadanía" fue general, casi se produce una sublevación general y juicios sumarísimos en las terminales de los aeropuertos(de hecho y larvadamente se están produciendo, pero de esto ya hablaré en otra ocasión, ahora cuando la huelga de los "mercados" está llevando a la ruina económica a decenas de millones de personas, cuando está despojando de derechos a los más débiles, todo son justificaciones y buenas palabras no vaya a ser que se cabreen más.

Secuestro de la democracia
El ataque es tan salvaje y virulento que quienes deberían enfrentarse a él han enmudecido y se han quedado paralizados. Los "mercados" han tomado de rehen a la democracia, han secuestrado el poder político democrático y campan a sus anchas por este pequeño planeta. Disparan sus misiles cargados de dinero contra la deudas soberanas de pequeños y medios paises y cada día que pasa arrinconan un poco más a una sociedad que permanece impávida ante tanta destrucción.
Los gobiernos tienen miedo y del miedo a la sumisión sólo hay un pequeño paso y así están: cados, obedientes y sumisos esperando que la próxima andanada sea contra el vecino. Primero fue Grecia, Irlanda, Portugal y todos callaron, después le tocó a España, Italia y Bélgica y todos permanecieron en silencio, ahora es EEUU y Obama ha pataleado un poquito, pero nada más.
Los "mercados" se crecen, se creen indestructibles y Moodys acaba de bajar la calificación de la deuda del pais más poderoso, con China como aliado en una coalición de poderes antidemocráticos que buscan el poder absoluto. Y cuentan con el silencio cómplice de la masa social, aún más, de una masa que los espolea y los anima.

A un paso de la dictadura
Parece que hemos olvidado que cuando la crisis económicas florecen el fruto, inevitablemente, es una dictadura. El miedo, la inseguridad y la incertidumbre conducen,irremediablemente, al ser humano, a buscar certezas y verdades absolutas, a no tener que pensar y eso sólo lo ofrecen las dictaduras. La democracia exige análisis, raciocinio, saber que nos podemos equivocar y, por lo tanto, hay que tener capacidad de rectificar y de aceptar los errores.
Los "mercados" ofrecen un "paraiso", la posibilidad de cualquiera llegue a ser tan poderoso como ellos. Señalo y rubrico cualquiera, no todos. Y esta vana ilusión de pensar que se puede llegar a los más alto es la estructura básica del edificio de la insolidaridad y el egoismo en que nos hemos instalado, sin querer darnos cuenta que para que haya un solo millonario son necesarios millones de pobres.
La creencia de que el "paraiso" está al alcance de cualquiera,de que se puede disponer de una fortuna económica sin límites -y sin conciencia- incita las más bajas pasiones y justifica las aberraciones más abyectas del ser humano: la codicia y el egoismo.
Y ese es nuestro escenario: Codicia y egoismo. Y el final no es el del cuento feliz, sino el de la dictadura.


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