Me asombra la desvergüenza desmedida de los mandamases del Partido Popular. Su cinismo y arrogancia para mentir a sabiendas va más allá de lo imaginable.
Para empezar su ínclito líder, o ¿debería decir su tenebroso líder?, Aznar, celebrando el 20 aniversario del congreso de su partido que le llevó al poder, declaraba que el PP "era, y debe seguir siendo, incompatible con la corrupción". En la mesa, junto a él, se sentaba Arturo Moreno, vicesecretario de organización del partido que tuvo que dimitir por su implicación en el caso Naseiro.
Allí estaba la flor y nata del equipo bajo el que se gestó la trama Gurtel, los más conspicuos conspiradores que de buen seguro, debían pensar "dame pan y llámame tonto". En estrictu sensu no era en pan en lo que pensaban, sino en regalos de lujo, viajes pagados y cuentas en paraisos fiscales. Los Camps, Fabra, Mata,... no son flores aisladas, sino un manojo de lirios hediondos que empozoñan todo cuanto tocan.
Hoy ha sido Francisco Álvarez Cascos, su fiel escudero, el que acusa a "los policías que investigan al PP" de ser una "camarilla" que "está falsificando papeles y preconstuituyendo pruebas" contra el partido popular. O sea, los policías que descubren la trama de falsificaciones, cohechos, fuga de capitales a paraísos fiscales son los delincuentes. Esa es afirmación, por si sola debería bastar para sentarlo en el banquillo de los acusados por injurias y calumnias, pero ¿quén lo hará? ¿quién se atreverá a denunciarlo?. Así, a la desfachatez y al cinismo, hay que añadir impunidad.
¿Qué oscuros recovecos de la inteligencia humana pueden perpretar semejantes desatinos?
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
.../...
Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Cuanta razón tenía Francisco de Quevedo y de que lejos viene la historia, pero lo que no saben es que con León Felipe aprendí que YA SE TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos...
Y sé todos los cuentos.
Me refugio en el verbo cálido en las palabras arrulladoras de los poetas y de Benedetti tomo prestada la esperanza.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Y finalmente, para no sentirme perdido, tarareo la música de Paco Ibañez para Gabriel Celaya
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Que distinto sería todo si en lugar de dar la palabra a chamarileros y truhanes, sembraramos el verbo limpio de los poetas.
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